Cavas catalanes


Los cavas catalanes son sin duda de los mejores del mundo, desde hace mucho tiempo, en las tierras catalanas, se cultivan para los mejores paladares y restaurantes, como para cualquier evento gastronómico de nuestro país.

Hablaremos desde su origén hasta su variedad en esta clase de Champán y su elaboración.

El cava catalán:

En el año 1872, Josep Raventós Fatjó de las bodegas Can Codorníu, descorchaba su primera botella de vino elaborado con el méthode champenoise: vino espumoso fermentado y criado en botella. El procedimiento no era nuevo. En el siglo XVII, el monje benedictino Don Pierre Pérignon, nuestro bodeguero de la abadía de Hautvilliers, había desarrolado el método de la fermentación en botella. Completamente entusiasmado por el elixir burbujeante, Raventós hizo excavar en su propiedad una cava con temperatura fresca y adecuada para la elaboración del champán y se entregó de lleno al vino espumoso. En 1879 su hijo lanzó al mercado las primeras 864 botellas de champán español.

La exquisita bebida gustó tanto en los circulos ilustres que muy pronto la familia se convirtió en la proveedora de la Casa Real de Madrid.

La popularidad del vino perlado llevó a escena a otros productores de vino espumoso que no respetaban el método tradicional. Para diferenciarse de esos vinos sencillos, las buenas marcas lucían la etiqueta de Champán de cava, ya que se criaban en cavas subterráneas. Tras la entrada de España en la Unión Europea, la denominación "Champán" quedo prohibida a instancias francesas, por lo que su denominación es "cava".
El gran gigante Cordorníu y su rival rival en plena expansión, Freixenet , otras 270 cavas compiten en este concurrido mercado ( en 1977 sólo eran 65).



La calidad del cava sólo se consigue con tres variedades autóctonas. La Xarel-lo confiere fuerza y color, mientras que la finura y la elegancia proceden de la Macabeo. La uva Parellada garantiza el aroma. En el mercado cada vez más, hay más cavas elaborados únicamente con la costosa variedad Chardonnay.

Elaboración:

El principio es sencillo: para que el vino produzca espuma, debe fermentar dos veces. Para ello se añade una mezcla de azúcar y levadura (licor de tiraje) y se embotella. Las botellas deben reposar en cavas frescas un mínimo de nueve meses. Durante ese tiempo, el azúcar en ácido carbónico.Terminada la elaboración, se retira el poso. Según el tipo del cava, puede añadirse el vino y azúcar (licor de expedición) para regular la dulzura y el sabor. La botella llega a los comercios encorchada, encapsulada y etiquetada.




No hay comentarios:

Publicar un comentario